Cuando su madre se escapa con su último novio, Ohana Matsumae es enviada a vivir con su abuela, que nunca ha conocido ni hablado. Su abuela no está satisfecha de encontrar Ohana en su puerta, y le pone a trabajar a su Taisho-era (1920), una posada de aguas termales. No es un estilo de vida que habría elegido Ohana, pero ella decide que no se desanima y sacar el máximo provecho de sus circunstancias difíciles.